ADONDE ORIGINALS

Emprendedores con Luis von Ahn

ANDRÉS MORENO Y OPEN ENGLISH

Sobrevivir por el valle de la muerte

De un apartamento en Caracas a una de las empresas más conocidas del continente, Open English es una escuela virtual que enseña inglés con profesores nativos. Muchos conocen sobre su éxito, pero pocos saben que, para llegar ahí, Andrés Moreno tuvo que atravesar muchísimos desafíos y complicaciones que casi lo dejan al borde de la quiebra en muchas oportunidades. En este episodio, Andrés cuenta cómo logró salir adelante con Open English y sobrevivir una de las etapas más difíciles de todo emprendimiento: el valle de la muerte.

CONTENIDO EXTRA

NOTAS DEL EPISODIO
Para 2020 Open English tiene una base acumulada que sobrepasa los 500 mil estudiantes y está valorada en 350 millones de dólares. Desde 2018 la empresa tiene otras unidades de negocio como Next U y Open English Junior. 

Andrés Moreno es miembro de la junta directiva de Endeavour Miami, YPO (red mundial de presidentes jóvenes de empresas) y dirige la compañía de inversiones Éxito Ventures. 

TÉRMINOS QUE QUIZÁS NO CONOCÍAS:

Company facing: Una faceta del emprendimiento que se orienta hacia empresas. Por ejemplo: Cuando Andrés Moreno hizo su primer emprendimiento, creó dos páginas web: una para reclutar talentos y otra para vender sus servicios a empresas. Esta segunda fue una página orientada hacia las compañías, es decir: company facing. 

Exchange program: Programa de intercambio para estudiantes internacionales. 

Chief Babysitter: Este término era usado en broma para llamar a Andrés cuando su trabajo era cuidar a los estudiantes internacionales. La traducción literal es “El niñero en jefe”.

Versión Beta: Es una versión temprana de un programa o aplicación que tiene la mayoría de funciones pero no esta del todo completa. A veces estas versiones son lanzadas para prueba y retroalimentación, no necesariamente para vender a público. 

Modelo Ad based: Es un modelo de negocio para emprendimientos digitales donde la ganancia proviene de publicidad insertada en el contenido gratuito. 

Modelo Freemium:  Es un modelo de negocio para emprendimientos en internet donde se da un primer acceso al contenido gratuito, seguido por un “muro de pago” luego del cual se da acceso ilimitado pagando una suscripción. 

Lifetime value: Abreviado como (LTV) es un estimado de la ganancia promedia que un cliente va a generar durante su vida como cliente de la empresa. 

Revenue share: Es la distribución de la ganancia total generada por las ventas, los bienes y servicios de una empresa. En la historia, Andrés le ofrece esto a sus socios para cuando la empresa tenga solidez económica. 

Pivotar/ Pivotear: En el mundo empresarial, significa dejar atrás tu modelo de negocio y cambiarlo por uno nuevo, que le de mayor rentabilidad a la empresa. 

Andrés Moreno: Hubieron muchos momentos creo en el comienzo, que yo los describo como de “sobrevivencia milagrosa”, no?

Luis von Ahn: Si nos dieran un dólar cada vez que hemos estado al borde de la quiebra, muchos emprendedores podríamos haber levantado un capital interesante. Y la experiencia de Andrés Moreno no es la excepción.

Andrés Moreno: Cada mes había que buscar al próximo inversionista y yo siempre estaba como aterrorizado de que no llegaran a tiempo y no iba a poder pagar la nómina y los gastos de la compañía.

Luis von Ahn: Open English es una escuela virtual que enseña inglés con profesores nativos. Enseñar inglés es un mundo que yo conozco muy bien. Actualmente, Open English  es un emprendimiento muy exitoso, pero al igual que a muchos de nosotros, a Andrés le llevó años alcanzar ese lugar. Son momentos de mucha incertidumbre, pero también de gran aprendizaje. 

Andrés Moreno: Aprendí mucho en esa etapa inicial. Cuando la compañía estaba pasando por el desierto, no teníamos dinero ni nada, uno aprende mucho cuando uno está pasando por eso, de resiliencia y perseverancia.

Luis von Ahn: Lo que Andrés llama “el desierto” se conoce en general como el valle de la muerte.

Ese período de tiempo después de que un emprendimiento consigue la primera inversión hasta que logra generar sus propios ingresos.

Es un período sumamente desafiante, y la mayoría de los startups no lo sobreviven.

En este episodio vamos a recorrer todos los momentos claves: Cuando no logras encajar en el mercado, cuando parece que no llegas a fin de mes, cuando ni siquiera logras encontrar el nombre de tu compañía.

Todas cosas que, para lograr superarlas, hay algo que es clave: no darnos por vencidos.

Soy Luis von Ahn. Esto es “Emprendedores”, historias de fundadores de empresas que están cambiando el mundo. Una producción original de Adonde Media.

En este episodio, les compartimos la historia de Andrés Moreno y Open English: Sobrevivir por el valle de la muerte.

Andrés Moreno: A los 22, 23 años uno siente como que el mundo pasa muy rápido y si no te montas en la ola te va a dejar, no? Así que pasé como cinco años y medio estudiando ingeniería y faltándome nada más, como nueve meses para estudiar ingeniería, me picó el mosquito del emprendimiento y decido poner mis estudios en pausa y ponerme a emprender. Los estudios siguen en pausa, ja ja ja ja.

Luis von Ahn: Dejar la universidad para dedicarse a un proyecto es prácticamente la historia clásica de emprendimiento. Y en el caso de Andrés, abandonó sus estudios en Venezuela para emprender con una idea muy novedosa para el año 2005: una compañía que enseñe inglés a empleados de corporaciones, para que puedan hablar con fluidez, llamada Optimal English.

Andrés Moreno: Y la mejor manera para hacerlo, pensábamos en aquella época, era traer americanos a vivir a América Latina. Así que nos pusimos a, básicamente creamos dos websites. Uno era Optimal English, que era el company facing y otro era Coach english. Entonces vendíamos como la idea de venir a ser coach en América Latina, mira las palmeras y la playa y lo que vamos a hacer. Y bueno, era todo un Exchange Program, ¿no? en realidad.

Y bueno, fue muy exitoso en el sentido de que a los estudiantes les encantaba, no? Llegaba un coach súper motivado, con un coach t-shirt en la mañana, “Hey Luis, I’m gonna be your English Teacher” y nos poníamos a conversar y eran súper educados, obviamente, porque venían de buenas universidades. Muy diferente, como la experiencia en el cursito de gramática tradicional, ¿no? que estaban acostumbrados. Pero a nivel logístico era, o sea… Yo era el “chief babysitter”, ese era el chiste y me llamaban a las tres de la mañana “que aquél se metió en problemas en una discoteca, el otro no llegó el lunes porque se quedó en tal o cual playa”. A nivel de recursos humanos era realmente retador ese modelo de negocio, no?

¿Qué pasó? Bueno, primero Venezuela empezó a deteriorar la situación económica y una de las cosas que pasó, es que las compañías cerraron, no? O redujeron drásticamente sus corporate training budgets cuando esto pasó. Y dejaron de invertir en educación para sus empleados. Y algunas compañías que eran clientes grandes, como por ejemplo Procter & Gamble que tenía toda su sede latinoamericana en realidad en Venezuela, en Caracas, mudó a muchos de esos empleados a Panamá, a Chile, no? Entonces nos fuimos quedando con menos estudiantes. Nos vimos en la necesidad de crear un negocio más regional.

Y bueno, la crisis sin duda destruye modelos de negocios existentes, pero también ofrece la gran oportunidad de ser creativo ¿no? Y forzar nuevos modelos de negocio. Entonces yo decido independizarme de Optimal, mi socio en ese momento siguió manejando ese negocio y yo me dediqué a tratar de comenzar algo nuevo. Así que tenía dos opciones, ¿no? Me volvía a la universidad y terminaba lo que había comenzado, o bueno, rodar los dados y ponernos a ver si podía poner todo eso que había aprendido en la práctica con un modelo de negocio más escalable, más regional. Y eso fue lo que forzó la idea de irnos al Internet, no? Y fue como el génesis, no? de lo que fue la idea de Open English. 

Lo primero que hice fue hablar con mi, uno de mis mejores amigos de la Universidad, Wilmer Sarmiento, que se convirtió en el co fundador de Open. Y él es un programador brillante. Y Wilmer, bueno, tenía un skill set muy complementario al mío y había ido a la universidad conmigo, así que él se había graduado de ingeniero en computación, entonces conocía a todos los ingenieros en computación de Simón Bolívar, así que era un muy buen grupo de personas. 

Así que bueno, yo tenía un apartamento de estudiante en el que tenía dos habitaciones, una era mi cuarto, donde yo dormía y otra era como una oficina y tenía la sala.

En nueve meses terminaron habiendo veintidós personas que trabajaban en mi pequeño apartamento. Algunas trabajaban en la oficina, otros trabajaban en la sala, otros en la barra de la cocina. Y inclusive en mi cuarto, yo abría la puerta en la mañana y ellos entraban y habíamos construido unas mesas grandes con unas puertas viejas que las pusimos como unos stands y alrededor de mi cama se sentaban cuatro o cinco personas, ¿no? Así fue que comenzamos a programar lo que fue el beta de Open English.

En esa época no pagábamos sueldos, no teníamos dinero, ¿no? Yo estaba básicamente financiando esto, entonces muchos de estos programadores iniciales tuvieron acciones en la compañía. Pero teníamos algo, dos armas secretas, muy importantes. Una es que teníamos una muchacha, Alicia, que era muy buena amiga de la familia, que ella cocinaba. Ella hacía unos almuerzos espectaculares, ¿no? Con caraotas y arroz y carne mechada y plátanos. Entonces muchos de los programadores se venían luego de la universidad y paraban en mi casa. Y entonces, bueno, les ofrecíamos almuerzo. Después teníamos una segunda arma secreta que era un Nintendo Wii, y todos entonces hacíamos torneos de Nintendo Wii en la sala. Y después le decíamos “Oye, pero Luis, quédate un ratico y programa un par de… echale unas líneas de código acá”, qué sé yo. Entonces era como una comunidad que entraba, programaba, se iba y fue como bien colaborativo el proceso inicial. Y lo bueno es que ninguno de estos programadores se despertaba muy temprano, ¿no? Jajajaja.

Habían siempre gastos, ¿no? El mismo apartamento había que pagarlo, luz, agua, teléfono, las comidas, todas las cosas. Entonces yo tenía algún dinerito ahorrado que obviamente lo consumí muy rápido. Tenía como 8 tarjetas de crédito ya que estaban maxed out y literalmente ya no tenía más dinero con que seguir. Había pedido créditos en los bancos, no había, había pedido dinero a todo el que conocía, ya no me daban. Y en esa época, además, era muy difícil levantar capital. Todavía lo es, ¿no? pero era aún más difícil levantar capital para una startup de tecnología desde Venezuela que enseña inglés, o sea era como que, era una historia un poco difícil de entender. Y no teníamos tampoco background de emprendimiento, nadie había comenzado un negocio, así que no había nada realmente de track record para vender, ¿no?

Entonces no pudimos levantar capital. Tanto así que me acuerdo de una noche que fui a casa de mi mamá y mi papá y les dije “mira, el día siguiente voy a cerrar la compañía porque la verdad es que no tengo con qué seguir.” Y ellos, como me acuerdo que mi mamá me abrazó y tal. “Bueno, no te preocupes”. Yo tenía como casi un año trabajando en esto. Estoy seguro que dentro de su cabeza estaba pensando “gracias a Dios, este, yo creo que ya se va a poner a estudiar otra vez”.

Me acuesto a dormir, ya preparado psicológicamente al día siguiente para hablar con el equipo, de que íbamos a cerrar la compañía, bueno. Que gracias por el trabajo y tal. Y me ha despertado una llamada de un banco que le había pedido un crédito hacía meses y me lo habían negado, para decirme que habían aprobado el crédito. Que por cierto, era un crédito como de seis mil dólares, no? En esa época. Pero era todo el dinero del mundo.

Y bueno, aproveché ese momento de que eso pasó y tenía algunas millas guardadas de American Airlines y con ese poquito de dinero pagué algunas tarjetas y me monté en un avión y me fui a San Francisco.

Por cierto, en el avión, tenía así mariposas en el estómago porque decía “Me quedan como dos semanas de vida. Aquí llego y si no consigo dinero como que game over”, no?

Tenía un amigo que conocía, que había sido un ex profesor de Optimal y me dijo “aquí tengo adonde que te puedas quedar”. Él tenía como que un estudio en San Francisco y ahí pasé nueve meses, me quedé ahí y empecé a ir a desayunos de inversionistas, y ahí bueno, poquito a poco fui aprendiendo cómo interactuar con inversionistas americanos que nunca lo había hecho antes y cómo posicionar el negocio, qué era lo que estaban buscando. Y poco a poco, así fuimos levantando 10000 dólares de una persona. Después esa persona nos conectaba con alguien más que nos dio 20000 y así poquito a poco fuimos levantando la ronda semilla de la compañía. Total que todo ese dinero lo mandaba a Venezuela y con eso íbamos pagando las cuentas allá, no?. Así que ya estábamos empezando a pagar algunos sueldos mínimos, algo muy menor, no? Pero sí estábamos empezando a hacer algo de eso. Y entonces bueno, cada mes había que buscar al próximo inversionista y yo siempre estaba como aterrorizado de que no llegaran a tiempo y no iba a poder pagar la nómina y los gastos de la compañía, no? 

Eso fue la vida, ¿no? durante dos años. Y yo pasaba la mayoría de mi tiempo levantando capital entre Los Ángeles y San Francisco y agarraba un avión y me iba a Venezuela una semana al mes y trabajaba con el equipo allá en persona.Y terminamos levantando dos millones de dólares en el transcurso de los dos años. 

Luis von Ahn: Puede sonar como un final feliz, pero la historia de Andrés como emprendedor recién estaba comenzando. El siguiente paso iba a definir si realmente tenía lo necesario para sobrevivir como fundador: lanzar su producto al mercado y saber qué hacer cuando todo le sale mal.

A continuación, vamos a conocer todos los obstáculos que tuvo que superar Open English, incluyendo encontrar su modelo de negocio.

Andrés Moreno:  En esa época, como emprendedores primerizos, queríamos el producto perfecto, no? Entonces como el producto perfecto cada vez que le íbamos a sacar al mercado “Ah no, cambia ese botón, cambia esa funcionalidad, cambia ese color, cambia el logo, lo pones de este lado. Mi tía me dijo que no le gustó aquel cosa y no, que mi primo sí le gustó lo otro”, lo que te das cuenta cuando sales es que hasta que no lo usan los verdaderos usuarios no aprendes nada.

Luis von Ahn: Chocar contra un muro una y otra vez es una muy buena descripción para esta etapa en un emprendimiento. Es un momento donde todo parece fallar, hasta el nombre de la empresa.

Andrés Moreno:  El primer nombre era “Thinkglish”, como Think con Glish al final. Que nos pareció un nombre fantástico, “pensar” en inglés, que se yo.

Te dabas cuenta que le dices eso a cualquiera en Latinoamérica, primero que no lo pueden pronunciar, ¿no? “Thinklich, tinkly?” Bueno, nadie lo conseguía en Google porque nadie lo podía buscar, así que bueno, si tienes que deletrear tu marca, es mala marca.

Cambiamos de modelo de negocio tres veces.El primer modelo de negocio básicamente era “Ad based”, ¿no? Entonces la idea era como que producir contenido gratuito y estábamos negociando con advertisers para que ellos pusieran sus marcas dentro del contenido.

Pero lo que nos dimos cuenta es que no teníamos suficientes impresiones como para hacer que ese negocio fuese viable por un buen tiempo, ¿no? Entonces íbamos a perder mucho dinero y estábamos en un momento en el que necesitábamos demostrar tracción. Así que decidimos darle un giro al modelo. 

Y el segundo modelo y el segundo nombre fue que cambiamos a un modelo freemium. Pusimos un paywall y entonces la gente pagaba por clases que tomaban con un profesor. O sea, atraíamos a la gente a través del contenido gratis y luego les ofrecíamos las clases en vivo. Y el nombre de la compañía cambió de Thinklish a English 180, ¿no? Inglés 180. 

Y ese nombre, la gente entonces nos empezaba a preguntar “Bueno, pero por qué no inglés 360, que es como el mundo”. Y decía “Bueno, porque 360 terminas en el mismo sitio, 180 cambias dirección de vida”. Si tienes que deletrear o explicar la marca… mala marca, no?

Pero bueno, English 180 no funcionó. Y más aún, el tema de freemium se nos dificultó mucho porque nos dimos cuenta de que si bien la gente compraba una o dos clases, poder contarle a los inversionistas o hacer una estimación del valor de por vida de ese usuario iba a ser bien complicado. O sea, ¿cuál es el lifetime value de alguien que te compra una clase si tienes nada más dos o tres meses de historial, no? 

Era muy difícil como que armar un plan de negocio que fuese creíble, ¿no? Para levantar más capital. Así que bueno, casi morimos en el intento, te digo porque los inversionistas ya no nos querían dar más dinero y necesitábamos más dinero para seguir. Así que tuvimos que básicamente hablar con ellos y decirles “mira, o nos dan un poco más de dinero para para probarlo de nuevo, otro modelo, o perdemos todo lo que ya han puesto, ¿no?”.

Pero bueno, nos dieron un poquito más de empuje para cambiar el modelo. Y finalmente, pues nada, la tercera sí funcionó. Cambiamos de nombre. Me acuerdo que conseguí Open English en una subasta. Me costó 1200 dólares el url, que en aquella época, por cierto, era todo el dinero del mundo, no? Este… compramos el URL, cambiamos el nombre y finalmente el modelo que funcionó fue el modelo de suscripción.

Y bueno, para nosotros no solamente fue la suscripción, sino fue también crear una escuela completa, no? Era, el paywall, lo mudamos al inicio de la experiencia y tratamos realmente ya de replicar la experiencia de una escuela offline pero online, teniendo acceso a profesores en vivo, teniendo contenido, teniendo toda la parte de assessments, teniendo toda la parte de servicio que esperas en una escuela. Y eso sí funcionó como producto. Y cuando digo que funcionó, por cierto, es que a la gente le gustaba, pero nadie lo estaba comprando. En el mundo del emprendimiento terminar el producto es como “Ok, te ganaste un puesto en el start line de la carrera y ahora es que empieza la carrera”, no? Pero como nadie nos conocía, tampoco nos hacían click mucho en los anuncios. Literalmente nadie compraba.

Entonces, bueno, en ese momento dijimos “Wow! Después de todo este esfuerzo nadie compró el producto”. Y eso fue de nuevo, como que bueno, “la necesidad es la madre de la creación”, así que dijimos “Bueno, tenemos que darle un último intento a esto diferente”. Y dijimos “Bueno, por qué no? Por qué no hacemos un anuncio de televisión?” Y claro, bueno, “Ah, qué buena idea!”. Pero nadie había hecho un anuncio de televisión, nadie había comprado anuncios de televisión. No teníamos la más mínima idea de nada de eso. Pero tenía un amigo que trabajaba en Venevisión, en Venezuela, que es como el canal de señal abierta más grande allá. Y ellos estaban justo lanzando un canal de cable que se llamaba Venevisión Plus, que era básicamente como que un demorado de dos horas que tenía el contenido de Venevisión. Y como no tenían todavía publicistas haciendo pauta en el canal, les dijimos “Oye, por qué no hacemos un rev share? Ustedes son el único canal de televisión donde vamos a estar. Denos un espacio y todas las ventas que hagamos en los próximos tres meses les damos X por ciento a ustedes, sin preguntar nada”. Y bueno, como no tenían nada que perder, decidieron hacernos eso. Y bueno, estábamos súper contentos de que hayamos negociado eso y vamos a salir en televisión. Pero claro, el próximo mensaje que nos mandan es “por favor, nos envían los anuncios de televisión que quieren que pasemos?”. Entonces, jajaja, “tenemos que hacer… tenemos hacer anuncios de televisión”. Y no teníamos presupuesto de nada…

Llamamos de vuelta a Venevisión y les dijimos “Oye, no nos podrán prestar un estudio por una tarde o por qué se yo, nos prestan este?”. Y claro dijeron “Mira, te vamos a prestar un estudio por tres horas, ok? Una cámara, un camarógrafo y ustedes traen lo demás. Y no hay set, además”. Entonces, de nuevo, tuvimos que ser muy creativos porque como no teníamos dinero para hacer un set, nos tocó hacer comerciales sin set. Entonces empezamos a hacer research de que comerciales de televisión en la historia han sido exitosos con fondo blanco. Y conseguimos los viejos comerciales de Mac vs PC.

Publicidad – Mac: “Hello, I’m a Mac.”

Publicidad – PC: “And I’m a PC”

Andrés Moreno: Y dijimos “mira, vamos a hacer algo similar, pero para Latinoamérica, pensando en el tema idioma. Y en vez de Mac vs PC tengamos un personaje que estudia con Open English, que es bilingüe, que ha usado la tecnología para mejorarse. Y otro que es Wachu, que es el latino que todos tenemos por dentro, que es orgulloso de su acento, de su cuestión, y que no tiene ningunas ganas de aprender, al menos con un método que funcione. 

Pero bueno, se nos ocurrió la idea, empezamos a escribir los guiones. Y en dos semanas nos tocaba filmar y bueno, empezamos a hacer un “casting”, entonces conseguimos en Venevisión, era Adrián Lara, que es Wachu, era un modelo desconocido en aquella época, no había hecho mucho todavía. Pasó por el set, literalmente fue una coincidencia. “Mira, Adrián, tú no querrás estar en unos comerciales de televisión?”. “Sí, sí. Bueno, yo lo hago”.

Entonces, bueno, él era el Wachu. Y no conseguimos a nadie bilingüe así que él dijo “Mira Andrés, haz tú los comerciales como el personaje de Open y nada, mira, hagamos uno o dos y si la cosa funciona, nos buscamos unos actores de verdad.”.

Comercial – Wachu: “¿Y por qué te trajiste eso si estamos de viaje?”

Comercial – Andrés: Para seguir practicando mi inglés. Sabes que mi curso de Open English funciona desde cualquier lugar con una conexión al internet. Al llegar me conecto desde el hotel.

Comercial – Wachu: Tu y tu cursito online. A mi lo que me emociona es que por fin nos vamos a Washington.

Comercial – Andrés: Si, mira, ¿no vas a seguir practicando tu inglés en el viaje?

Comercial – Wachu: Claro que sí, por eso me traje mis libros y fotocopias del instituto.

Comercial – Auxiliar de vuelo: ¿Are you ok sitting in the exit row?

Comercial – Wachu: ¡Exitoooo!

Andrés Moreno: Claro. Los comerciales salen, pegaron tanto, ¿no? Y se hicieron tan conocidos que, claro, los personajes tuvieron muy buena química. Y algunas de esas frases se hicieron como célebres, ¿no? Yo todavía no hay vez que me monté en un avión yendo a Bogotá, a México o lo que sea, donde no me griten del asiento. “Éxito, Re chicken, Repollo”, ¿no? eso, tal cual. Así fue que comenzaron los comerciales y luego descubrimos, que fue como el “secret sauce” de la compañía al comienzo, que el cable panregional estaba recién comenzando. Y el cable lograba filtrar bastante bien el tipo de consumidor que buscábamos, ¿no? Que era un consumidor que podía pagar una suscripción. Entonces bueno, empezamos a comprar pauta y pauta y pauta y era muy barato también en aquella época comprarla. Bueno, ya estábamos quizás en el 2011, 2012, ya empezamos a tener anuncios por todos lados. Así que eso fue lo que empezó, pues, todo el crecimiento de la compañía, ¿no?. Así que teníamos finalmente un producto y un “conversion funnel”, ¿no? Un embudo de conversión que funcionaba y eso fueron como que los dos elementos que dieron inicio a la compañía. 

Luis von Ahn: Desde su creación, Open English ha tenido más de un millón de estudiantes. Luego de superar tantos obstáculos a lo largo de los años, el consejo de Andrés para otros emprendedores es una lección que no va a olvidar jamás.

Andrés Moreno: Yo creo que el consejo principal es perseverancia.

Es que a mí las cosas al menos no salen ni a la primera, ni a la segunda y ni a la tercera, ni a veces a la décima. Pero es seguir intentando. Y por cierto, no me refiero a hacer lo mismo de la misma manera. Me refiero a pivotear, ¿no? Me refiero, si tengo una pared enfrente, trata de pasarle por debajo. 

Luis von Ahn: Ahí está la clave, en esa palabra que adaptamos del inglés en el mundo de los startups: “pivotear”. Nada funciona instantáneamente pero lo peor que un emprendedor puede hacer es enamorarse tanto con su producto, nombre o modelo de negocio que se niega a cambiar de rumbo o de estrategia cuando se vuelve obvio que algo no está funcionando. 

Andrés Moreno: Pero bueno, creo que los buenos emprendedores consiguen finalmente la manera de, si el objetivo es cruzar la pared, de alguna manera u otra lo hacen, ¿no? Con creatividad y colaboración, ¿no? Y creo que eso es quizás lo más importante y sí, creo que la resiliencia es fundamental.

Luis von Ahn: Esto fue “Emprendedores”, historias de fundadores de empresas que están cambiando el mundo. Una producción original de Adonde Media.

Puedes encontrar material adicional sobre Andrés Moreno y Open English y una lista de los términos importantes que se mencionaron en este episodio ingresando a adondemedia.com/emprendedores.

Este episodio fue producido por Laura Ubaté.

El guión y la mezcla de sonido fueron realizados por Mariano Pagella.

Catalina May realizó el asesoramiento editorial.

La masterización fue de Juan Pablo Culasso.

Martina Castro es la productora ejecutiva.

Puedes encontrar todos los episodios de Emprendedores en adondemedia.com/emprendedores o en tu aplicación de podcast favorita.

Yo soy Luis von Ahn. Gracias por escuchar.

Equipo de producción

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Martina Castro

Fundadora & CEO

Los Ángeles, EE.UU

Mariano Pagella

Editor

Buenos Aires, Argentina

Laura Ubaté

Productora

Bogotá, Colombia

Catalina May

Editora asociada

Santiago, Chile

Martin Cruz

Supervisor de sonido

Santiago, Chile

Juan Pablo Culasso

Ingeniero

Bogotá, Colombia